Qué pena me han dado los hechos acontecidos durantes estos días en España, especialmente en la ciudad de Valencia. Sí, me refiero a las protestas estudiantiles de los alumnos del #IESLluisVives desmesuradamente controladas por la policía. En todas las protestas están los infiltrados de siempre que no buscan más que camorra y diversión, pero ver cómo la policía cargaba contra adolescentes, padres, madres, abuelas, y todo chichirimundi que se cruzaba por su camino es simplemente: vergonzante. Y me hace recordar el poema del gran
Mario Benedetti "Oda a la pacificación", que quizá nuestros políticos y fuerzas de seguridad del estado lean cada mañana antes de ir a trabajar:
"No sé hasta dónde irán los pacificadores con su ruido metálido
de paz.
Pero hay ciertos corredores de seguros que ya colocan pólizas
contra la pacificación.
Y hay quienes reclaman la pena del garrote para los que no
quieren ser pacificados.
Cuando los pacificadores apuntan por supuesto tiran a pacificar
y a veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro.
Es claro que siempre hay algún necio que se niega a ser
pacificado por la espalda.
O algún estúpido que resiste la pacificación a fuego lento.
En realidad somos un país tan peculiar
que quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador será".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario